Se conservan testimonios desde la época romana, con una importante villa situada cerca de la Vía Augusta y de un cruce. La villa actual es de fundación medieval y creció al rededor de la iglesia de San Esteban y del antiguo camino de Barcelona. Consolidó su carácter comercial con un importante mercado semanal de productos agrícolas y artesanales que se desarrollaba en la Plaza Mayor y sus alrededores. En ella se construyó la Porxada (1586 – 1587), inicialmente como una lonja de grano, que hoy en día, se ha transformado símbolo del municipio.
Ciudad moderna, creció como centro comercial desde principios del siglo XX y conserva destacados edificios residenciales y públicos, la mayoría construidos a partir del 1907.
Actualmente, Granollers mantiene una actividad económica importante de la cual el comercio sigue siendo un sector destacado.