La marcha son de aquellas actividades que sin saber el por qué arraigan y te marcan la finalización de la fiesta mayor y el inicio de la normalidad; pero esto que parece tan sencillo que edición tras edición el número de gente se incremente y estas alturas coincidan abuelos, padres e hijos no es casualidad sino el fruto de un esfuerzo de un colectivo de gente, que en el su día la crearon (el centro excursionista el CAU) y la de otros que la salvaron de la segura desaparición (Elskekorrenmolt) y que gracias a su persistencia y compromiso es ahora una de las marchas más queridas del calendario catalán.

Hay que recordar a las tantas y tantas personas anónimas que han aportado su granito de arena a que esto haya sido posible año tras año; sin querer personalizar, a los que ya tenemos cierta edad, seguro rescataremos de la memoria episodios entrañables como la difusión con el coche- megáfono, las butifarras a la brasa, los porrones de vino, las baldosas conmemorativas .., pero sobre todo el buen rollo y el entusiasmo de los organizadores que contagiaba a los participantes.

Este fue ser el origen de la entidad Elskekorrenmolt, posiblemente una de las entidades más dinámicas, altruistas y que organiza más actividades por el Municipio.

En los tiempos que corren nos tenemos que sacar el sombrero para todas estas personas quede manera voluntaria y desinteresada dan su tiempo a hacer posible que el tercer domingo de septiembre toque adentrarse en la maravillosa sierra de marina.

Ojalá a la marcha le quede mucha marcha y muchos caminos por recorrer, señal de que el pueblo seguirá vivo !!